Cada día el mundo de la tecnología se amplía más y más, ir a la par de estos avances es todo un reto porque cuando se aprende algo nuevo, surge algo mucho más avanzado que se adapta a las necesidades del usuario. Sin embargo, a pesar de toda la innovación y las grandes ventajas que recibimos de ésta era digital también es cierto que los desafíos no solo lo encontramos a nivel técnico durante el proceso de adaptación y aprendizaje de las bondades de la tecnología, sino también lo que se va desarrollando desde el ámbito emocional y conductual en las personas tanto en la adultez como en la adolescencia, debido a que hoy día las tecnologías digitales se han convertido en un medio para la expresión del comportamiento agresivo en adolescentes. Estos desafíos emocionales y conductuales también arropan a la etapa de la niñez.
Somos seres sociales y en la imperante necesidad de pertenecer surgen eventos inadecuados, comportamientos insanos que afectan considerablemente la salud física, mental y emocional en adolescentes, principalmente por ser una etapa en el ciclo de vida de tanta vulnerabilidad porque es justamente donde el individuo va formando su sistema de creencias, su identidad, va construyendo su autoestima, por lo que es muy sensible a los cambios que transita, tales como: cambios hormonales, físicos, ambientales, entre otros.
Justamente, entre esta etapa de transición entre la niñez y la adultez puede existir el sano uso de la tecnología, pero también se vive el uso nocivo de la misma, el cual se presenta como: Ciberbulling, grooming, violación de la intimidad, agresión cibernética y mucho más, que conllevan a comportamientos agresivos en los adolescentes, los cuales para ser evaluados por profesionales calificados le competen a disciplinas como la Sociología de la Cultura y la Psicopatología del Desarrollo.
Según la UNICEF, El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, se desarrolló un proyecto de investigación que se llevó a cabo en Argentina, donde se arrojaron resultados de que niños en la edad promedio de 10,8 años se les permite el acceso al mundo digital, encontrando también que un gran porcentaje ha experimentado situaciones negativas. Por esta razón, es de suma importancia la educación emocional, las habilidades y competencias sociales que el adolescente puede integrar en sí mismo para hacerle frente a estas situaciones tan desafiantes. (Gil & León Rubio, 1998). Caballo (2007) afirma que “Las habilidades sociales son un conjunto de comportamientos emitidos por un sujeto en un contexto interpersonal que expresa sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de un modo adecuado a la situación, respetando esos comportamientos en los otros y contribuye así a resolver problemas”.
Para concluir es necesario una toma de consciencia sobre este tema que afecta tanto a los adolescentes, porque solo desde ese lugar de consciencia existirá la iniciativa de una Psicoeducación que permite fortalecer cada día la autoestima y el desarrollo de la inteligencia emocional en esta etapa de vulnerabilidad que permita construir relaciones sanas, porque mientras más amor, un mundo mejor.


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